Nora Vasquez de Cedeño
Rohner Park California
15 de junio
del 2002.
Estoy
conmovida con el libro del Padre Machado que publicó la imprenta que
edita tus libros. Él hace siempre algo para estar presente entre nosotros
y que no lo olvidemos del todo, vas a tener que incluirlo en una de tus
clases en alguna forma, parece que te ha escogido para eso.
El Padre
Machado era un espíritu muy fuerte, trabajador y emprendedor, nunca
pensó en que ya estaba lo suficientemente viejo y lo había hecho todo.
Lo recuerdo muy bien, era como Conny Méndez, siempre te tenía lo
último, en cada visita que mi madrina Mimí le hacía, siempre nos tenía
reservado algo que decirnos de última hora, como descubrimiento de la fe.
Yo era muy
pequeña, pero su figura me impresionaba tanto que no lo puedo olvidar, yo
también me impregnaba de aquella sabiduría andante, de aquella
sabiduría viva.
La gente
decía que era un santo, bueno las tres cuartas partes de la gente, otra
cuarta parte decía que era un mundano y muchas cosas negativas, es lo
natural de las figuras relevantes como él. Lo importante es que todavía
se oye hablar del Padre Machado, aunque sea en voz baja, yo no creo que
toda esa obra tan grande que hizo, en Venezuela y Francia pueda ser
olvidada, y tampoco sus últimos tiempos de vida que lo residenciaron,
cerca de nuestra casa en el Prado de María, parroquia a la que le dio su
nombre.
Con su
gente amiga se ponía a trabajar sin importarles el gobierno de turno, ni
a quien le atribuían esas obras, sólo lo hacían...bueno eran
arquitectos, ingenieros, gente dispuesta, ellos vivían en la actitud de
"manos a la obra", pavimentó las calles, mandó a poner cloacas
para poder vivir en un sitio decente como al cual estaba acostumbrado y
para el beneficio de todos, obra que fue continuada por el padre
Maguregui.
Bueno ahora
estoy recordando toda esa transformación que me tocó vivir, a medias,
pero me tocó algo, me contaban como hicieron la iglesia del Prado de
María, iglesia del Carmen, hoy, la Milagrosa, donde me casé y te
bautizamos. Conocí gente que trabajó para la iglesia en su diseño, y
que no cobraron nada, lo hicieron por amor al Padre Machado, todo el mundo
colaboraba.
Entre otras
cosas en tiempos de López Contreras, presidente de Venezuela, él
implantó un programa de sopas al mediodía para los pobres, y el Padre
Machado consiguió que incluyeran al Prado de María, una familia
importante que vivía frente a la iglesia, ahora casa parroquial, cedió
terrenos de la parte de atrás de la casa, una gran mansion, para que se
celebrase este pequeño almuerzo,esta familia también se unió al
programa.
Era
mágico, ninguno se negaba a colaborar con el padre, recuerdo ver a todos
los mendigos y locos del lugar al mediodía, llegando a comer, todos
sucios y hediondos, pero felices, también personas necesitadas. Todos
ellos en la noche dormían en el pasillo de entrada de la casa o
"zaguán", del Padre Machado, con su permiso, esta casa era la
casa de todos, con la puerta siempre abierta, gentes de todas las esferas
entraban y salían, era como un Ministerio del Despacho, esta casa quedaba
muy cerca de la iglesia, hoy, edificio 5 de julio, que no sé si sigue
existiendo, donde vivía tu madrina Delia Beretta.
Bueno cómo
olvidar hechos tan importantes, no sólo para mí, para todos. El Padre
Machado era "UN PERSONAJE INOLVIDABLE"... y sigo contando, el
hizo la Abadía de San José del Avila, al pie del Avila, esa gran obra de
traer los padres alemanes para que ayudaran a los niños pobres,
enseñándoles el cultivo de la tierra, me imagino que tenía que cubrirle
a los primeros monjes su manutención, y el haberles convencido de venir a
Venezuela como algo bueno, gente que ahora, después de tantos años se
conservan en la Abadía de San José que todavía mantiene su nombre y que
ahora está en una montaña en el pueblo de Guigue. El Padre Machado hizo
obras y obras, que seguramente están en el libro o no estarán, como la
construcción del Calvario Monumental de Maiquetía, Fundar las Hermanitas
de los Pobres con la Madre Emilia, traer el culto a la Virgen de la
Sallette, virgen aparecida en Francia, el culto a la virgen de Lourdes y
algo muy importante el catecismo para los niños, y para los no tan
niños, en todos los sitios donde le tocó hacer su obra y ejercer su
ministerio, allí estuvo presente la palabra de Dios a través del
catecismo. Tuvo grandes colaboradores para este fin que recuerdo en el
Prado de María honrosas catequistas, maestras sin tiempo como fueron:
Mercedes María Innes y la hermanas María e Ignacia Hernández, cediendo
sus propias casas las cuales acondicionaron para darle la bienvenida a
tantos niños, jóvenes y adultos donde también se les enseñaba cultura
general y algo más.
Besos, les deseo, salud y mucha suerte!
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